Luego de todos los eventos inusuales que hemos vivido últimamente, hay quienes han visto una reducción en sus ingresos y una mayor afectación en sus finanzas, lo que ha desencadenado en el aumento de los episodios de estrés financiero y sus consecuencias negativas en la productividad empresarial.
Pero, ¿qué es el estrés financiero y por qué parece ser una situación cada vez más normalizada? Bueno, el estrés financiero es esa afectación física, emocional y psicológica que tienen las personas al ver su incapacidad de ahorrar, al verse en la obligación de recortar gastos y el malestar por los constantes imprevistos que llevan a tomar decisiones desesperadas con consecuencias no muy positivas.
Pese a las grandes afectaciones y todo lo que implica, el estrés financiero parece haberse normalizado a través del tiempo. Según un estudio realizado por Sodexo,
76 % de los empleados en América Latina se ha visto afectado por la inseguridad financiera.
Y es que las consecuencias van mucho más allá que tan solo una “rabieta”. Los problemas económicos generan ansiedad, tensión nerviosa, alteración del sueño, problemas psicológicos, bajo estado de ánimo e inseguridad. Todos estos trastornos terminan dificultando la capacidad que tiene una persona para poder concentrarse en sus tareas laborales y es allí cuando se presentan retrasos, baja productividad y ausentismo.
Por lo anterior, el estrés financiero termina siendo un enemigo enorme para la retención del talento en las empresas, pues difícilmente una organización querrá contar con una persona que está retrasando los indicadores de productividad. Ahora bien, la pregunta es si la responsabilidad de resolver el estrés financiero recae únicamente en las personas que lo padecen o si el empleador puede desde su posición aportar en la disminución de esta gran afectación, que termina afectándolo directamente a él.
La respuesta es sencilla y es que las empresas juegan un papel importantísimo, pues las afectaciones por situaciones económicas dejan al descubierto la necesidad de fomentar la educación financiera al interior de las compañías, esto con el propósito de reforzar temas como:
- El manejo eficiente del dinero
- Los riesgos del sobreendeudamiento
- La correcta planeación del retiro laboral y pensión
- Uso correcto de los productos financieros
A lo anterior se podría sumar la posibilidad que tienen los empleadores de implementar opciones de pago más flexibles e incluso facilitar el acceso a la liquidez. Estas alternativas generan resultados positivos que están estrechamente relacionados con la productividad y retención del talento, mejorando el bienestar de todos los empleados.
Linxe, un aliado para las organizaciones y un plus de bienestar financiero para los empleados:
Hoy en día las empresas pueden contar con Linxe, una plataforma para empleados, dedicada a desarrollar productos y servicios que facilitan la inclusión financiera, mejoran la liquidez, aumentan el historial crediticio en centrales de riesgo y hasta representan una oportunidad para fomentar la educación financiera, sin que se le genere ningún costo adicional a la empresa.
Nuestro principal objetivo en Linxe es propender por el bienestar financiero de los empleados, de manera que puedan acceder a toda nuestra oferta a través del descuento directo de sus salarios.
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Para que una empresa pueda implementar las opciones de bienestar que ofrece Linxe, solo se hace necesaria la firma de un acuerdo operativo, en el que se especifica el mecanismo de intercambio de información, fechas de corte y pagos.